miércoles, 12 de septiembre de 2012

KRILATSKOE

A aproximadamente 12 kms de casa está Krilatskoe. Se trata de una especie de enorme complejo-parque deportivo, equipado para pruebas internacionales, sobre todo de piragüismo. También hay, que yo sepa, un recinto para patinar sobre hielo, y además está el principal motivo por el que soy usuario habitual: una especie de pista para bicicletas, consistente en un circuito enrevesado de unos 10 kms, con cuestas bastante serias y curvas cerradas, ideal para entrenar. Está construido sobre una de las pocas zonas de Moscú con colinas, casi barranquillos y cárcavas.

http://maps.yandex.ru/?ll=37.451819%2C55.757689&spn=0.135612%2C0.041091&z=14&l=map

Es un lugar estupendo para darle cera a las piernas, o para pasear mucho y bien a ritmo tranquilo a lo largo del agua; me tiene enganchado. Tiene cuestas tan pronunciadas, que en una bici de una sola velocidad y un desarrollo de 47-17, a veces al subirlas debo bajarme para no poner en juego la transmisión, petar la cadena o fastidiar el buje contrapedal... nada de mi bici "de deporte" está preparado para un rendimiento muy extremo. Bueno, el cuadro, el eje del pedalier y las bielas sí. El cuadro es acero bueno, de la URSS de los años 70, y con eso queda todo dicho. También me bajo encantado, porque ya no soy un chaval y joder cómo cuestan las cuestas, valga la redundancia.

Ahí van las fotos, sacadas a lo largo de varias salidas:



La zona de piraguas olímpicas se rodea por una parte oficial asfaltada... y después tienes estos caminillos.



El canal lateral adyacente a la zona de competición, desde el caminillo.



Hasta en un recinto cerrado de pruebas olímpicas se cuela alguien a meter anzuelos en la garganta a un animal. Por divertirse.



Una plataforma de vigilancia tras el embarcadero donde arrancan las carreras de piraguismo.



Mi querida Sputnik, que con esas ruedas le hace la competencia a las mountain bike y cicloturistas.



Las gradas frente a la meta de la zona de pruebas.


El canal lateral desde el puente que une la orilla a la isleta central del recinto, la cual también tiene pistas asfaltadas para los vehículos de mantenimiento. Casi dos kilómetros de isleta con patos, verde, vistas de lujo.... Esa especie de puente que se ve al fondo, rojo, está sobre un gran puente-autopista, que se puede recorrer en bicicleta por la acera hasta Krilatskoe; tiene colgando en el centro un restaurante o algo así, además de instalaciones electrónicas de algún tipo (quizá control de tráfico?).




Y pasamos a las pistas de ciclismo...


...que también son usadas por gente que entrena para el esquí de fondo invernal. Al fondo se ve un grupo de "ciclistas". Y lo entrecomillo, porque son ciclistas de palo: llegan a Krilatskoe montados en sus SUVs de Audi o Mercedes, sacan unas bicis de carbono de 4.000 euros y se visten de corredores profesionales, se dan tres vueltas al circuito y vuelven a coger el coche para volver a sus barrios... que están a media hora en bicicleta. Muy nuevo rico todo, muy moscovita. También ví a un deportista minusválido sobre una bicicleta tumbada de esas que se accionan con los brazos, pero me dio reparo tirarle la foto y no me lo supe montar para hacerlo de tapadillo. La bicicleta era alucinante, un rayo blanco con una banderola blanca a dos metros de altura, para hacerse ver.


En la foto no se aprecia muy bien, pero ahí comienza una cuesta donde te pones a 50km/h sin dar una sola pedalada. Al fondo se ven las torres de mordor: una especie de miniciudad con ciclópeos edificios futuristas a lo Blade Runner que están construyendo multinacionales del capitalismo chino. No os imaginais lo enorme que es eso. Las torres del mafioso Florentino Pérez son NADA comparado con ese monstruo de acero, cristal, avaricia y estupidez humanas. Por la noche tienen una iluminación extrañísima, de muchos colores.



La foto sigue sin dar idea de lo empinadas que son las cuestas. El crío que sube con su bici de marchas viene andando, empujándola.



El manillar de la Sputnik. Rarísimo, diminuto, casi no entra la mano antes del giro de los cuernos. Parece un manillar de cadete... pero es el original de la bici, que es bastante grande, por lo menos para mí. ¿Cómo meten sus enormes manos los rusos ahí, con esa estructura ósea y esa estatura que tienen?
Sí, la maneta de bmx va al revés y está sujeta con tornillo cutre del Leroy Merlín. Además al manillar le falta cinta, y la que tiene es teflón. Bueno, ese es mi rollo... y sirve para hacer la bici menos atractiva a los cacos.

Tengo que decirlo y hacer un alto, todo sea por la verdad: tengo la impresión de que en Moscú se roban muchísimas menos bicis que en Madrid. No sé si porque la bici aquí es algo no muy valioso o por qué. Da que pensar.



Marcas de neumáticos en el suelo que no estaban la última vez que entré a las pistas. La navaja de Ockham: los macarras se meten con los coches al circuito, saltándose bordillos y vallas, vaya usted a saber cómo, para hacer el cafre y flipárselo como conductores de rally. No me extraña ni me escandaliza ya: esto es Moscú y aquí muchas "personas" van así por la vida.




La vista desde lo más alto del circuito.



Al lado de las pistas, hay barrio. Este amigo estaba a la caza de algún ratón.


ESTO ES UN PARIPÉ.
Como ya he dicho, este parque-complejo es de carácter deportivo internacional, un escaparate, aquí se pretende vender imagen. Por eso está muy bien cuidado... no verás basura ni chutas usadas por aquí.
Me encontré estos colorines de parchís y no podía más que reírme. Deben ser los únicos contenedores de "reciclaje" que hay en Moscú. Por lo menos son los únicos que he visto desde 1999, y en el año que llevo aquí. Lo más gracioso es que cuando pasen a recoger la basura las cuadrillas de kazajos o tayikos infrapagados, me apuesto la Sputnik (y mira que la quiero!) a que todo el contenido de esas papeleras acaba en el mismo camión, todo mezclado. En Moscú no hay plan de reciclaje, aunque pongan estos juguetes del IKEA en las narices de las televisiones deportivas internacionales.


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