jueves, 29 de noviembre de 2012

48 horas de nieve ininterrumpida...

El pasado martes comenzó a nevar. Una nieve menuda, chirimiri hecho copos. Andábamos a -2º, así que la cosa comenzó a cuajar.

Y pasaron dos días sin apenas dejar de caer nieve, a veces copos más serios, a veces ese granulado blancuzco, ruido blanco de televisor. Se ha llegado al medio metro de nieve en algunas zonas de Moscú y sus alrededores. La nieve es como arena de playa, algo menos densa, pero muy intransitable. Andar por la acera es trabajoso, y sin calzado adecuado, algo peligroso.

Ha sido una auténtica tormenta de nieve, que ha llevado al ayuntamiento a avisar de situación grave. Además, los servicios de limpieza viaria han estado muy raros, no han pasado muy a menudo... la nieve se ha amontonado muchísimo en aceras y asfalto, había muchísimos lugares donde no podías saber dónde estaban unas y otro. Conclusión, muchos menos coches, mucha menos gente por la calle. Además la nieve es una barrera increíble para el sonido. El bramido apagado y constante de la avenida Leningradsky apenas ha sido un fragor sordo, susurrado, durante  dos días. ¡Qué silencio!

Creo que si la cosa se mantiene, si no llueve o suben las temperaturas, esta semana todavía podré esquiar en Timiryazev...




El martes por la noche todavía se podía andar sin muchos problemas, incluso montar en bici.




El miércoles la cosa seguía, y el asfalto no estaba despejado, así que las aceras menos. Ya había que esforzarse en andar, clavando bien los talones y cuidado de ver cómo pisabas, que la nieve tapa muchas cosas, como agujeros o bordillos.




Pero hoy, jueves, ya la cosa se puso imposible.


Hoy he esquivado la bicicleta a la hora de ir a trabajar a otro barrio, y he ido andando. Con todo mi pesar, pero he hecho bien. Jamás he montado en bici en la nieve, y muchos menos con esta cantidad. No sabía cómo iba a reaccionar la bicicleta, aunque tenga cubiertas con clavitos. Para empezar a conocer mis posibilidades en este clima, he salido hoy por la noche a darme una vuelta. Agotador.
Es como pedalear en arena de playa, un poco menos densa. Imposible sin un desarrollo pequeño, de muchos pedales. Incluso en el asfalto, totalmente cubierto y lleno de rodadas. En 40 minutos casi rompo las costuras del pantalón del esfuerzo.
En el asfalto, mucho más transitable que las aceras (mucho más, por el paso de vehículos y los restos de sal de las máquinas), momentos de tensión cuando al atravesar una rodada especialmente alta la bici hace un extraño inevitable, y te desplazas medio metro a un lado u otro, medio derrapando. ¡Y eso que llevo las cubiertas finlandesas! Añadimos el distinto concepto de "distancia de seguridad / interpersonal" que tienen los rusos y lo mal, inconsciente y agresivamente que conducen y tenemos los ingredientes para un accidente.
Si no pasan las máquinas retirando nieve y esparciendo sal, cuando nieva tanto, mejor no coger la bici y buscar otras alternativas. Hace falta una Surly Pugsley para andar por aquí en estas condiciones.

Además, la limpieza tras cada desplazamiento... no es sólo quitar la nieve y secar la bici. Es el problema de la sal, que corroe el metal que da gusto. Hay que limpiar y secar de verdad toda la bici, y la cadena además hay que engrasarla... Un buen tute. Si coges la bici para recorrer cuatro kilómetros por motivos laborales y apenas tienes tiempo para llegar... y encima tienes que limpiarla... pues dudas mucho si cogerla o ir andando, modificando tus horarios un poco para que te de tiempo a llegar. 



Cómo me ha jodido reconocer la derrota. Porque no es la nieve la que me ha llevado a esta conclusión. Es el factor humano, los coches, los que me hacen temer por mi integridad. De nuevo. No me importa caer y resbalar de una bicicleta, eso lo hacen los niños constantemente. Pero que me arrolle un gañán por no esperar 5 segundos y porque quiere llegar con mucha velocidad al siguiente atasco o semáforo en rojo es otra cosa. Que esto no es Copenhage o Gotemburgo, no te respetarán como allí.

Así que dejamos la bici para cuando no haya tormenta de nieve, o cuando la nieve no sea nueva, se haya aplastado con los días, se alcancen temperaturas bastante más inferiores (aún no bajamos de -5º en mi barrio, aunque en la región de Moscú se han llegado a -20º algunas noches en algunos puntos).

No conozco la nieve, los distintos tipos, cómo reaccionan, como andar o esquiar con ellos... ¡así que menos cómo reacciona la bicicleta! Tengo por delante semanas de pruebas y experimentos... ¡Que me he dejado un pastizal en las cubiertas! Natalia me dice que no me preocupe, que estos días son demasiado extremos incluso para los coches, y que el invierno tiene muchos días y nieves adecuados para la bici, que las voy a amortizar sí o sí. Eso espero, mi bautismo de fuego/nieve ha sido un poco frustante...


miércoles, 21 de noviembre de 2012

Los últimos días

No termina de llegar el frío a Moscú. Hubo un aviso hace unas semanas, cayó algo de nieve, y nada más se supo. Aquí todo el mundo asegura que hace mucho más calor ahora que hace diez años. Las nieves solían llegar a mitad de noviembre. Ahora hay que esperar a diciembre. Es que calentamiento global no existe, neocons, claro que no. Rondamos los -1º y +5º y tampoco ha llovido mucho. Conclusión: Moscú es una máquina de joder pulmones. La sobrepoblación de coches incluso en los barrios deja en ridículo las cotas de contaminación de la Glorieta de Embajadores de Madrid. No es tontería pensar en salir a la calle con máscara antipolución. Siempre la uso para ir en bici o me paso parte de la noche tosiendo, con el asma a tope. Moscú está muy contaminada. Hoy, de hecho, me quedo sin salir en bici o a correr, que está el aire muy jodido.

Cosas que han pasado por aquí ultimamente: discusiones de tráfico que acaban con disparos y muertos, coches que se estampan contra paradas de bus y arrasan con la vida de varias personas, envenenamientos de mascotas y niños en parques, un ejecutivo que se vuelve loco y la lía a tiros en las oficinas de su empresa...
Algo patético: al parecer Putín quiere proponer que los peatones comiencen a llevar elementos reflectantes para evitar los atropellos. EN CIUDAD, por la calle. Sí, aquí lo que se lleva es criminalizar a las víctimas. El dios coche, indiscutible amo y señor de cualquier punto de la ciudad (las aceras SON SUYAS, recordadlo) no es responsable de los atropellos en pasos de cebra... un reflectante viene a sustituir la observancia de las normas más elementales de convivencia urbana. En lugar de mejorar la penosa iluminación de la ciudad, en lugar de controlar la venta de permisos de conducción (esto es así, los permisos de conducir, como muchos otros papeles, se compran bajo mesa), en lugar de establecer unos mínimos de mantenimiento técnico de los vehículos para poder circular, en lugar de potenciar el transporte público y la bicicleta (sí, bajo cero y nieve a pedales, como en Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca, nada marciano)... la idea es vestir de árboles de navidad a millones de ciudadanos. Hacer recaer sobre los individuos las culpas de todo un sistema (como la falacia de "vivir por encima de nuestras posibilidades", culpando a los pacos y marías de las escabechinas del gran capital y el ibex35). Estamos hablando de una sociedad que ha institucionalizado la cámara a bordo de los vehículos para poder ser asegurados, y con ello poder dilucidar las responsabilidades en caso de accidente. La exigencia de vigilancia y tutela constante, la irresponsabilidad como norma, el tener que ser monitoreados 24 horas al día como consecuencia de una actitud infantil y negligente... Peuple enfant?, que decía Camus.

En fin, el día a día en este monstruo de ciudad-estado emblema del capitalismo.

En lo que hemos podido ver en vivo:

- Un tipo alcohólico y medio desnudo, con delirium tremens y medio congelado, siendo recogido a las ocho de la mañana por la policía y una ambulancia en el patio de nuestro bloque.

- Hemos descubierto un almacén y un taller de bicis en nuestra propia calle, de los que no conocíamos su existencia. Es una de las cosa alucinantes de Moscú. Te metes por curiosidad en un sótano y descubres una tienda de música, otra de productos veganos, una venta directa de miel desde el productor... los mágicos sótanos de Moscú.

- Han vuelto las cornejas con fuerza, junto al frío. En verano parece que se retraen un poco, como si se retiraran a los parques y afueras. Ahora vuelvo a verlas constantemente frente a mi ventana, mirándonos con insolencia desde la última rama del árbol.

- Las voces de Natalia y mías serán escuchadas por miles de alumnos de español en sus exámenes de este trimestre. Convertimos mi habitación en estudio de grabación y estuvimos corrigiendo y grabando textos de las pruebas.

- Ya vamos terminando la grabación de la demo de Ribka, la banda en la que anduve tocando los tambores un tiempo. Ya no estoy en ella, pero me comprometí a grabarles. La grabación es penosa, un ejemplo de quiero-y-no-puedo. Complicarse la vida tocando cosas retorcidas, barrocas y repolludas que no eres capaz de tocar en directo. El cantante dice que quiere gastarse la pasta para grabar en un estudio profesional. Y todo esto en una banda que dice considerase lo-fi. En fin, yo paso de todo, y me limito a cumplir mi promesa.

- Quemaron intencionadamente las instalaciones de una protectora de animales, varios perros murieron abrasados en sus jaulas, otro montón resultaron heridos. Hubo una petición de ayuda y Natalia donó. Este suceso se relaciona con el tema de los envenenamientos caninos en algunos parques de la ciudad. En Moscú existe un problema con las bandas de perros sin dueño, y hay sectores de descerebrados que no quieren ni oír hablar de proteger a los animales abandonados. Pero es lo de siempre: lo pagan los animales en lugar de los dueños, la culpa es de las víctimas. Al mismo tiempo hay una tendencia a comprar animales con pedigrí, caros, mostrar poderío económico comprando un ser vivo.


Aquí van algunas fotillos:


Accidente con cinco vehículos involucrados, debajo de mi ventana. Un simple cruce de calles, como los hay a decenas en Vallecas o cualquier barrio de España, en Rusia es una trampa mortal gracias a la extensión del sistema "Porcojonudismo tipo A: yo paso porque sí". Todos los meses veo varios accidentes sin salir de mi habitación.



Primera salida laboral con cubiertas de invierno, funcionan de muerte. Sólo he usado esta bici de invierno un par de días de nieve y hielo. Me la reservo para cuando de verdad caiga el frío, el hielo y la nieve, que no quiero erosionar los clavitos de metal.




Este es uno de los sitios donde trabajo. Un tipo sin problemas de vértigo se gana la vida limpiando los cristales. Ese día hacía suficiente viento como para que el limpiador se balanceara un par de metros en cuanto soltaba un poco las ventosas de agarre. Ni pérgola ni leches; gente colgando de cuerdas.




La Sputnik con el manillar nuevo, uno de los que le compré por 3 euros al ciclista old school de algunos post atrás. Lo serré para fabricarme un mini bull horn. Creo que es uno de los manillares más cómodos y prácticos que he usado nunca. Una delicia para escurrirse entre los atascos eternos de esta ciudad.
El toque Tron-fluorescente-reflectante es imprescindible para sobrevivir en este asfalto. Y muchas luces en la noche.


Y para probar la versatilidad y capacidad de potencia del manillar, nada mejor que meterse por un gran parque moscovita, por sus caminos embarrados, y hacer algo de ciclocross improvisado, aunque vayas con una bici de una sola marcha y además contrapedal. 


A toda leche por el parte Timiryazev. El frío y el barro mantienen a las masas lejos de los caminos.




El estanque del parque, a la espera del invierno. Por ahí esquiaremos en unas semanas.





Imágenes del cambio. Están demoliendo parte de las antiguas cocheras y garajes que había en las vías del tren, así como un vial que solía llevar a una cochera-taller de trenes. Moscú sigue creciendo para mal. En su lugar nuevos bloques de acero y cristal, viviendas de lujo para los más pudientes, con vistas al parque. O nuevas oficinas de empresas que gestionan la nada, mueven dinero de un sitio a otro y no producen réditos a nivel social salvo un puñado de sueldos despojados de su plusvalor.


Según escribo estas líneas, esa broma imperialista y colonial, ese error de pseudoestado, racista y genocida, llamado Israel está bombardeando de nuevo a la población de la cárcel más grande del mundo, llamada Gaza. Se habla de movilización de 30.000 reservistas. Todo esto ocurre justo después de las elecciones en EEUU. Mi opinión: lo que realmente se está preparando es la guerra contra Siria, ahora ya no encubierta bajo el apoyo a corrientes fundamentalistas financiadas y entrenadas por la UE, EEUU y Arabia Saudí... creo que se acerca una guerra a cara descubierta, y lo de Gaza será un ejercicio de preparación.


Como dicen los Stark: Wnter is coming.

Y como cantaban los enormes Lágrimas y Rabia: "Sólo es otoño... ¿cómo pasaremos el invierno?".









sábado, 10 de noviembre de 2012

14 de noviembre. HUELGA GENERAL

Todavía hay GILIPOLLAS o VENDIDOS que defienden su "derecho" a trabajar en una jornada de huelga general. Con la que está cayendo y va a caer. A costa de que el resto (incluidos ellos mismos!) pierdan TODOS los derechos.

Me llegan estas iniciativas que me tocan muy de cerca por el tema de los pedales. Lástima no andar por Mordor en esas jornadas de lucha.


Bicipikete: hay compañeros organizando piquetes en bici que se han dado cita en la cochera de zona a las 5:00.  Además de esta cita, hay otra en Getafe Central a las 7:00. Y tres citas en Cibeles, a las 6:00, 8:00 y 9:00.




Y ahí va un par de links con los que me identifico bastante.


[Huelga General 14N] CNT convoca huelga general contra la reforma laboral, los recortes y el saqueo contra la clase trabajadora

[Huelga General 14N] Razones contra las sinrazones
Las disculpas para no hacer huelga no se sostienen


lunes, 5 de noviembre de 2012

Las pulgas que cambiaron nuestras vidas.


Estas dos fieras han pasado el verano con nota alta. Para trabajar, para comprar, para ir al centro, para ir a hacer papeles, para darse vueltecillas, para ir a ensayar, para dar conciertos con media batería a cuestas...
Cuando salimos de casa sin ellas, y toca usar el coche de San Fernando... buf, ¡qué despacio va todo!

Ahora llega el hielo y la nieve, y el par de pulgocicletas hibernarán hasta finales de marzo. A no ser que aparezcan un par de cubiertas con pinchitos para el invierno, en cuyo caso seguiremos disfrutando de la independencia, la velocidad, el poder, el plantar cara al imperio del coche... de lo práctico y racional.

Durante el invierno seguiré moviéndome en bici, pero con una de las grandes, preparada; y con calma.