lunes, 15 de abril de 2013

Cerramos el invierno...

...parece que definitivamente, tras la traca final de nevadas y ventiscas que sufrimos a finales de marzo.
Por aquí la cosa da bastante asco: con el calor, se duplica el número de coches en la calle. Lleva sin llover dos semanas y todo está sucísimo y canceroso. Al mismo tiempo, el deshielo tiene las calles encharcadas con su lixiviado tóxico gris oscuro. La bici se queda como tras haber atravesado un campo embarrado... pero no es barro lo que tienes pegado, es puro detrito de tubo de escape, toxinas en estado puro.

Último pseudo escándalo: al parecer el orden y agenda mediáticos de los mercados destaca el recién descubierto hábito de comprar carnets de conducir. Es decir, funcionarios a los que das de 20.000 a 40.000 rublos (unos 500-1000 euros) y te dan tu carnet de conducir. Vamos, lo que todo el mundo sabe desde hace unos veinte años. Hipocresía en estado puro. ¿O pensabais que los 25.000 muertos en accidente al año salían de la nada? Cifras que quintuplican los porcentajes en España, recuerdo. La corrupción como motor de la economía de "libre" mercado. No puede funcionar de otra forma, porque un sistema injusto necesita de la injusticia para mantenerse a flote. 2+2=4. Fácil, sencillo y para toda la familia.

 Lo vuelvo a decir: no tienen ni puta idea de conducir, y los carnets de conducir los compran. Se matan a decenas de miles, prefieren invertir dos horas en el coche que 45 minutos en metro, aparcan donde les sale de las narices, circulan por las aceras para saltarse los atascos, no respetan a nada ni nadie... es la esencia del capitalismo salvaje que siguió a la caída de la URSS. Una sociedad sin valores, donde solo cuenta el YO y el resto me estorba.

Es cierto eso de que una sociedad se define por el trato que da a sus animales de compañía. Pero no es menos cierto que también lo hace por cómo conduce. El caso ruso no deja lugar a dudas, agresividad, corrupción e individualismo autodestructivo desatados.

Y para dar más testimonio gráfico a todo esto, aquí teneis algunas imágenes de los últimos días. Ostias a tutiplén protagonizadas por simios al volante.



Este se dio el ostión y dejó el coche en el paso de peatones, regulado por semáforo. Ole.




Ostias, ostias everywhere.




Un par de putadas que me han hecho circulando en bici.







El paseo dominical para llevar cosas a reciclar a la empresa que me pilla más cerca (como siempre digo, Moscú, 20 millones de habitantes, 2013, NO TIENE PLAN DE RECICLAJE), me llevó cerca de la Plaza Roja, me hizo adelantar a una excavadora (que previamente me había adelantado a mí), me llevó a saludar a otro ciclista madrugador (somos rara avis los ciclistas urbanos en esta ciudad) bajo la confundida mirada de un policía de tráfico (que por cierto, no hace absolutamente nada cuando se saltan el semáforo cerrando el ámbar, casi en rojo en sus narices).



Y cerramos con una de las pocas cosas que se salvan de esta ciudad:
los gaticos callejeros y las personas que los cuidan.

miércoles, 10 de abril de 2013

En bici por la ciudad


Un circuito habitual por mi barrio. No hay pasos a nivel o túneles para cruzar las vías.
Apreciemos en todo su esplendor el "arte" de aparcarse como el culo y en cualquier lugar...






Algunas de las putadas cotidianas que he sufrido en la última semana al ir en bicicleta. Recuerdo que en Rusia PUEDES COMPRAR EL CARNET DE CONDUCIR.





Viene la primavera, la nieve se funde y la ya ultrapoblada de coches Moscú aumenta todavía más esa cantidad. Conclusión: toda la ciudad invadida por esa especie de granizado/barro grasiento de hielo y residuos de motor, charcos que parecen estanques y que ocultan baches y cráteres y el asfalto destrozado.
Una ciudad para los coches, no para la gente.

Música: los impresionantes All Sharks:http://allsharks.bandcamp.com/