Pues eso, que ya andamos con temperaturas que superan ampliamente los 10 bajo cero. Hoy he sufrido en propias carnes mi primer acercamiento a lo que es congelarse de verdad. He ido con la bici a dejar unos cuantos materiales a reciclar, y a pesar del doble calcetín, uno de ellos de lana muy muy gruesa, se me ha empezado a congelar el pie izquierdo. Me dice Natalia que es por llevar la bota demasiado apretada, que eso impide la correcta circulación y con ello falla nuestro "sistema de calefacción natural de sangre caliente".
Mallas con culotte debajo de un grueso chandal, una camiseta interior térmica de manga larga, de calidad, ceñida, más un forro polar (de los buenos, no de los de 3 pavos del decartón; el que saco habitualmente a esquiar), y sobre el forro polar un cortavientos de los amarillos fluorescentes. Una braga con extensión de tela para montarse un pasamontañas bajo el casco, tapando bien las orejas y nuca. Además la mascarilla antipolución, que mantiene la cara calentita con la propia respiración y ¡que ha acabado con un chupón de hielo de cinco centímetros colgando de los filtros! Me he partido la caja al verlo. Pegotes de hielo en las cejas, en la barba que asomaba... un chou. Lástima no haber sacado fotos... pero para la próxima me acordaré.
Salí de casa a eso de las 10:30, con el termómetro en -17º. A estas alturas del año comienza a amanecer a las nueve bien entradas. A las 13:00 estaba de vuelta y en la ducha con agua muy caliente, y un dolor/picor de pies exagerao de haberse empezado a congelar los dedos y la planta. Me salía una lagrimilla bajo el agua...
Además, he descubierto que el frío más allá de los 8 bajo cero afecta al buje trasero de la bici, al contrapedal. No al freno, que es inmune a las bajas temperaturas. Debe andar mal sellado, y al entrar humedad o condensación se forma hielo dentro o algo... el caso es que no había manera de hacer andar a la Aist... incluso en cuesta abajo tenía que insistir en la pedalada. Habrá que sellar con grasa el buje o a ver qué inventamos.Tentado estuve de darme la vuelta por miedo a una pájara chunga (¿sudado a 15 bajo cero y nueve kilómetros de casa?), pero mecagoenlaleche que yo llevo sangre íbera, y si mis antepasados pusieron en jaque al imperalismo romano en pleno invierno cántabro, el general Invierno no me va a evitar llevar mis cartones de leche a reciclar. Además se me están poniendo unas piernas que parecen columnas tebanas.
Hoy he aprendido mucho sobre qué tipo de calzado usar para la bicicleta. Por aquí son muy populares, pues se mete el pantalón por dentro (y así no lo manchas con la enorme cantidad de mierda de coche que acaba en charcos y nieve, y que no se va de los bajos por mucho que laves el pantalón) y se quitan y ponen muy rápido, sin cordones. Con lana o similar por dentro, muy anchas para llevar un par de calcetines gordos... La suela con mucho taco y muy duro para cruzar las enormes placas de hielo de las aceras. Algo así:
Por el resto del cuerpo, ningún problema y menos al montar en bici, que acabas con mucho calor. Me dicen por aquí que estoy loco, que como salgo a la calle sólo con una camiseta, un vaquero y una chaqueta cuando estamos a 12 bajo cero... pero mi sobrepeso juega a mi favor. Tengo calorías para dar y tomar. Además, una buena braga, buenos guantes y un buen gorro son piezas estratégicas que retienen muchísimo el calor y ayudan a no cargarse de capas de ropa. No es por fardar, es que de verdad que llevo muy bien el frío de Moscú... que no es tan seco como el Segovia, por ejemplo. Contrapartida: enseguida sudo, con todos los problemas "sociales" que conlleva.
Venga, foticos de los últimos días:
Mallas con culotte debajo de un grueso chandal, una camiseta interior térmica de manga larga, de calidad, ceñida, más un forro polar (de los buenos, no de los de 3 pavos del decartón; el que saco habitualmente a esquiar), y sobre el forro polar un cortavientos de los amarillos fluorescentes. Una braga con extensión de tela para montarse un pasamontañas bajo el casco, tapando bien las orejas y nuca. Además la mascarilla antipolución, que mantiene la cara calentita con la propia respiración y ¡que ha acabado con un chupón de hielo de cinco centímetros colgando de los filtros! Me he partido la caja al verlo. Pegotes de hielo en las cejas, en la barba que asomaba... un chou. Lástima no haber sacado fotos... pero para la próxima me acordaré.
Salí de casa a eso de las 10:30, con el termómetro en -17º. A estas alturas del año comienza a amanecer a las nueve bien entradas. A las 13:00 estaba de vuelta y en la ducha con agua muy caliente, y un dolor/picor de pies exagerao de haberse empezado a congelar los dedos y la planta. Me salía una lagrimilla bajo el agua...
Además, he descubierto que el frío más allá de los 8 bajo cero afecta al buje trasero de la bici, al contrapedal. No al freno, que es inmune a las bajas temperaturas. Debe andar mal sellado, y al entrar humedad o condensación se forma hielo dentro o algo... el caso es que no había manera de hacer andar a la Aist... incluso en cuesta abajo tenía que insistir en la pedalada. Habrá que sellar con grasa el buje o a ver qué inventamos.Tentado estuve de darme la vuelta por miedo a una pájara chunga (¿sudado a 15 bajo cero y nueve kilómetros de casa?), pero mecagoenlaleche que yo llevo sangre íbera, y si mis antepasados pusieron en jaque al imperalismo romano en pleno invierno cántabro, el general Invierno no me va a evitar llevar mis cartones de leche a reciclar. Además se me están poniendo unas piernas que parecen columnas tebanas.
Hoy he aprendido mucho sobre qué tipo de calzado usar para la bicicleta. Por aquí son muy populares, pues se mete el pantalón por dentro (y así no lo manchas con la enorme cantidad de mierda de coche que acaba en charcos y nieve, y que no se va de los bajos por mucho que laves el pantalón) y se quitan y ponen muy rápido, sin cordones. Con lana o similar por dentro, muy anchas para llevar un par de calcetines gordos... La suela con mucho taco y muy duro para cruzar las enormes placas de hielo de las aceras. Algo así:
Por el resto del cuerpo, ningún problema y menos al montar en bici, que acabas con mucho calor. Me dicen por aquí que estoy loco, que como salgo a la calle sólo con una camiseta, un vaquero y una chaqueta cuando estamos a 12 bajo cero... pero mi sobrepeso juega a mi favor. Tengo calorías para dar y tomar. Además, una buena braga, buenos guantes y un buen gorro son piezas estratégicas que retienen muchísimo el calor y ayudan a no cargarse de capas de ropa. No es por fardar, es que de verdad que llevo muy bien el frío de Moscú... que no es tan seco como el Segovia, por ejemplo. Contrapartida: enseguida sudo, con todos los problemas "sociales" que conlleva.
Venga, foticos de los últimos días:
Natalia probando sus habilidades en la nieve con la Aist, en la explanada del metro de Dinamo. Las cubiertas Nokian son una maravilla.
Cansado de pasar horas arreglando bicis doblado sobre las dos ruedas, acabando con dolor de riñones y de rodillas... me he hecho con este práctico soporte de bici para reparaciones. Gloria bendita. Mi espalda canta alabanzas. Apréciese también que nuestro salón es como Beirut tras los bombardeos de los nazis, perdón, de los sionistas... Este mes hemos cerrado la terraza, ganando algo de temperatura en nuestra zona de trabajo y sobre todo, mucho silencio. Además en la terraza se quedan almacenadas las bicis del verano, bien empaquetadas.
Auténtico incendio "chabolista" (en palabras de Natalia). En los garajes cutrecillos de madera que suele haber en los interbloques de los barrios. Auténticos almacenes de roña, donde el personal guarda garrafas de gasolina, disolventes, kilos de papel, toda la porquería de metal, cartón y vaya usted a saber qué... Y a veces ocurren cosas así. Estaba haciendo la mezcla de la maqueta de Ribka y de repente oigo explosiones... me asomo, y los garajes de enfrente están en llamas y pegando petardazos.
Me dice Natalia que este tipo de garajes son auténticos focos de insalubridad, falta de higiene, acumulación de porquerías...
Y ahora imágenes de accidentes de las últimos dias. Todos en menos de quince días. En zonas que en un lugar de conducción civilizada no supondrían ningún problema.
Las siguientes son dos distintos desde la ventana. Comedura de farola incluída.
Este cruce, ya lo he dicho mil veces, no es especialmente peligroso, está muy bien señalizado, tiene sus pasos de cebra bien claritos, coches aparcados encima de las aceras y en doble fila, que en principio y bajo el sentido común impedirían acelerar... da igual. Rusos al volante.
El taxista éste tuvo el coche unas tres horas antes de que la policía levantara acta y la grúa se lo llevara. Toda una tarde curro perdida por no conocer la saludable costumbre de levantar el pie del acelerador, pisar el del freno y a ser posible no ir hablando por el móvil (esa es otra, creo que aquí no es ilegal usar el móvil mientras conduces, porque si no, no me lo explico). El otro coche involucrado está sobre el paso de cebra de la derecha del todo, tras las ramas del árbol.
A la rica farola, y a la rica tarde de domingo desperdiciada, ¡que tenemos mucha prisa para ir a comprar al centro comercial! Los otros dos coches involucrados están parados y abollados justo en el cruce. Buen atasco se hubiera montado de no ser domingo.
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