El pasado verano quisimos dejarle una de las bicis pequeñas a la mamá de Natalia, para que la sacara y metiera sin problemas en el ascensor, ya que salía a pasear en bici de vez en cuando, y la bici de la casa era una Stels grandota, de dama.
El problema es que ella está acostumbrada a los frenos contrapedal, y los frenos de maneta no son lo suyo. Afortunadamente, una amistad de la familia contaba con dos pequeñas bicicletas plegables de acero de los 80, dos piezas clásicas soviéticas, una Aist y una Kama, que deben ser del año 87, más o menos. Ambas estaban guardadas en un garaje desde al menos 7 u ocho años. Me llevé una bomba, le di aire, limpié un poco el polvo, y sin más puesta a punto me hice a pedales la vuelta a casa, unos 5 kms, sin ningún percance. Qué maravilla de máquinas, hechas para durar. Además, en sus principales articulaciones (sillín, dirección, bisagra de plegado, etc...) no usa tuercas, sino unos flejes manuales de cierre rápido, muy prácticos y resistentes. No hacen falta llaves para ajustar muchos de sus puntos. la En casa la pusimos un poco a punto, cambiamos las cámaras, etc.
La Kama este pasado verano en casa, a punto de ser limpiada, ajustada y engrasada
Una de las manetas de ajuste, en este caso de la potencia del manillar.
Bueno, pues contando con el parón invernal de la bici, la Kama quedaba sin uso. Yo necesito una bici ágil y pequeña, con mucho agarre para los días de nevada seria, para ir a currar en 4 kms a la redonda, o incluso para salir a dar pedales al parque nevado, y mantener el tono muscular necesario para lidiar con el tráfico moscovita. Y además, es muy conveniente que tenga freno contrapedal, que es inmune al hielo y las bajas temperaturas, lo más fiable del mundo. Ninguna de nuestras Stels tiene freno contrapedal.
Así que recuperamos la Kama a finales de noviembre, le quité las cubiertas viejas y comenzó el experimento:
Punzón con más años que la Tana, destornillador de los chinos, tornillos para metal.
Cubiertas de 5 euros, 20 pulgadas, con abundantes tacos para clavar los tornillos.
Los primeros hierros.
Pequeñas puntas asomando. Para la rueda delantera.
Alta tecnología...
Para la rueda trasera, tornillos un poco más largos y fuertes.
Tras probar algún sistema de cubrir las cabezas de los tornillos para que la cámara no pinche con ellas, finalmente una combinación de silicona y un forro de cámara vieja con cinta americana dio la seguridad necesaria. Antes tuve que pinchar una rueda.
Mi primera prueba seria con las ruedas atornilladas; como siempre, por la noche, para evitar aglomeraciones de peatones y coches. Me metí al parque Timiryazev. Una experiencia alucinante, fantasmagórica, que la cámara del móvil no recoge en todo su esplendor.
Natalia probando la Kama.
Por las pistas heladas del parque, ningún problema, total agarre. Pero ¡ay si te sales de la zona de nieve aplastada! La bici se clava en 30 cms de nieve.
El estanque del parque, ya con estas temperaturas de entre -15º y -20º, está totalmente helado y transitable a pie, con esquíes...
... y por supuesto en bicicleta.
Este cascajillo será mi bici de campo esta temporada, mientras dure, que mis 90 kilos y el invierno puede que sean demasiado para un bicicleta tranquila, pensada para señoras, niños y adolescentes, para circular despacito por el pueblo. De momento puedo decir que le estoy dando una cera tremenda en la lucha contra la nieve, pero me abstengo muy mucho de dar ningún tipo de salto, bajar bordillos con sumo cuidado y tal, que la bici es plegable y no acoge tan bien los impactos como un cuadro rígido.
Estos agujeros los hacen los colgaos que se meten aquí en bañador. ¿Mi opinión al respecto? Puro exhibicionismo; el agua del estanque está muy sucia, es casi como bañarse en el estanque de El Retiro... una porquería. Y si lo haces por cosas "de salud" como activar la sangre o algo así... pues te duchas en casa con agua fría y si tanto lo necesitas, te sales al balcón en paños menores. Si tiene un carácter nacional, tradición de mostrar lo bien que llevan los rusos el frío y cómo normalizan su relación con las bajas temperaturas y la naturaleza agreste... ya no lo sé, pero si es así, ¿por qué todo Dios me dice que no use la bici en invierno, que hace mucho frío y hay nieve?
Y por si no lo creíais, ahí tenéis al campeón en bañador, haciendo uso del "bujero" de la foto anterior.
El esquí de campo, una actividad genial y muy divertida, que parecen practicar sólo los jubilaos. ¿Por qué? Porque es obligatorio en colegios/institutos (el colegio aquí no está totalmente segregado del instituto), y la chavalada le coge manía... A veces me los encuentro por el parque, la clase de turno, y es un poco risas, porque los adolescentes quieren lucir sus mejores galas de la moda del momento... pero tienen que esquiar... así que son la contradicción andante, con ropas nada preparadas para el frío mientras le dan cera a los esquíes (eso sí, todos y todas me dan sopas con honda esquiando).