O sea, gatitos.
Gatos en los patios. Bastantes, controlando las ratas (enormes) y palomas (muchas) y haciendo la vida mejor. Las abuelas les dan de comer, pero no parece haber sobrepoblación y de momento todos los que nos encontramos parecen bastante hermosos. Moscú es la sexta ciudad más grande del mundo, la megaurbe más al norte del planeta y el municipio más habitado del continente europeo. Encontrarse gatos por Moscú es calidad de vida, porque me da la impresión de que se les respeta y en general, pese a estar en un monstruo de ciudad, horrorosa, con un tráfico de cavernícolas, supercontaminada y muy hortera respecto a la "nueva" arquitectura, a veces parece que estás en un pueblo, con las abuelas llevándoles restos...
Unas cuantas fotos...
La madre de Natalia, aunque también es alérgica a los gatos como nosotros dos, tampoco se puede resistir a sobarles!
VIVAN LOS GATOS CALLEJEROS! Dan más calidad de vida y hacen más bien que muchos seres "humanos". Rajoy, vales menos que un gato, que lo shepash.
Gatos en los patios. Bastantes, controlando las ratas (enormes) y palomas (muchas) y haciendo la vida mejor. Las abuelas les dan de comer, pero no parece haber sobrepoblación y de momento todos los que nos encontramos parecen bastante hermosos. Moscú es la sexta ciudad más grande del mundo, la megaurbe más al norte del planeta y el municipio más habitado del continente europeo. Encontrarse gatos por Moscú es calidad de vida, porque me da la impresión de que se les respeta y en general, pese a estar en un monstruo de ciudad, horrorosa, con un tráfico de cavernícolas, supercontaminada y muy hortera respecto a la "nueva" arquitectura, a veces parece que estás en un pueblo, con las abuelas llevándoles restos...
Unas cuantas fotos...
Este vive en el bajo de un abuelo en nuestro patio. Pero pasa más tiempo fuera del piso que dentro.
Antes era desconfiado, pero ahora se deja rascar el cogote si le pillas tumbado al sol.
En invierno, los gatos se aberronchan en los bajos de los bloques, durmiendo en las calderas. Se ponen finos de ratas en los cuartos de basura que hay aledaños.
Estos viven en los bajos de un bloque altísimo camino del metro de Dynamo. Son asustadizos, bien por ellos.
Este es jovencillo, apareció en invierno en nuestro bloque, y es bastante gracioso, se deja rascar y se lo pasa pipa con los bolis. Lo cuida bastante el encargado de mantenimiento de nuestro grupo de portales.
Siempre que andamos por la calle, buscamos gatos. Hoy, haciendo compras y probando la bici LVOV del año 57 que estamos recuperando, Natalia nos ha cazado con el móvil. Era una mamá, tenía un pequeñín cerca, blanco y muy chiquitito. Desconfiaba y no se dejaba tocar.
La madre de Natalia, aunque también es alérgica a los gatos como nosotros dos, tampoco se puede resistir a sobarles!
VIVAN LOS GATOS CALLEJEROS! Dan más calidad de vida y hacen más bien que muchos seres "humanos". Rajoy, vales menos que un gato, que lo shepash.
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