Vaya birria de febrero...

... no bajamos de -10º. Una tarde llegó a marcar +10º el termómetro que tenemos por fuera de la ventana de la cocina. Andamos sobre los -5- y +2. Esto ni es invierno ni es ná. Desayunamos frente a la ventana pensando en el granizado que vamos a pisar cuando salgamos a la calle. Escuchamos la radio al mismo tiempo.
En el apretadísimo dial de la FM moscovita, sólo captamos con claridad emisoras de propaganda liberal como Komersant o Bussiness FM, o emisoras paletas como Radio Dacha (la radio de las fiestas del pueblo, con su mezcla de tecno ceporro y "chansón" taleguera) o Nashe Radio (cuyo más glorioso jingle es un canto al chovinismo más provinciano y retrógrado: se escuchan voces en inglés, francés, alemán... y de repente un CATETAZO grita: "¡No entiendo nada!", como diciendo: "¡Pa qué quiero idioma!"... y se pasa a enumerar las bondades de escuchar el mainstream cutrón del pop-rock de los 90 y 2000 en Rusia, con ese toque de patriotismo rancio tan característico. Natalia resopla avergonzada.
Una emisora de jazz, franquicia importada de fuera, y que recuerdo de escuchar cuando curraba en 1998 en las cocinas de Londres, fusila sin piedad cotidianamente 50 temas de west coast y smooth jazz, salpicado con los temas de los músicos de jazz blandurrio que giran por Moscú y que los sellos pagan por emitir.
Y luego está la radio de cultura, Radio Kultura, que sólo trata temas absolutamente inocuos y despolitizados.
Las radios "informativas" solo emiten propaganda procapitalista y se limitan a los mismos cuatro titulares, repitiendo los mismos temas consensuados por los mercados hasta la saciedad. Depardieu, el "motorito", las Pussy Riot, los dinerales que mueven algunas compañías rusas (muuuuunnnnncho dinero, eso e güeno pa el paí).

Hace meses que desistí de encontrar una emisora en condiciones en la radio de Moscú. La que no reproduce el discurso y la cultura popular norteamericana, lo hace con lo más zafio e inocuo de la local. Todas reproducen hegemonía de la oligarquía.
En fin, que la FM, como en Madrid, APESTA... pero creo que un poquito más, puesto que por estos lares el patriotismo es más exacerbado.

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Foticos y tal:

Me he apuntado al gimnasio. A este:

Lo tengo debajo de casa, y me presta un gran servicio. Colocaron estos cachivaches el pasado otoño, y la realidad es que poca gente los utiliza para hacer deporte; sobre todo los críos juegan en ellos. Los currelas de Asia, kazajos y demás, sí que hacen cachas en ellos, es muy habitual que se junten, aunque los he visto en otros patios, no en el nuestro. También en Rusia existe una cultura del gimnasio callejero que no existe en España, pero por mi barrio poca leche veo de esto. Sólo los jubilados los utilizan un poco, y como he dicho, los inmigrantes de Asia. A veces he visto a un tipo con pinta de moderno, que deja su bicicletón (le calculo más de 1000 euros a la bici) de montaña apoyado y hace algo de estiramientos, dominadas, etc. 

La verdad es que el material es malo de pelotas. Ayer me cargué la elíptica/bici estática.

Cosas de fabricar con hierro dulce aparatos de gimnasia que llegan a soportar temperaturas de -25º. Algún técnico del ayuntamiento se sacó su sobresueldo contratando el material más cutre, seguro.

Más foticos:

Ese edificio que está en la esquina es un gimnasio. Todos esos SUVs, esos pseudo-4x4, están aparcados de cualquier manera, en las aceras, en los pasos de peatones, en doble fila. Son coches de paleto con dinero, de los paletos con dinero que acuden en sus coches de paletos con dinero a montar en bicis estáticas en un gimnasio pagando 100 euros al mes mínimo, y que luego se echan un cigarrito en el atasco de vuelta a sus casas... que está a 20 minutos andando. Los mismos paletos que con sus pseudo jeeps van arrasando y no respetando a los ciclistas o que se ríen cuando circulas con un casco y luces ("¡el circo!", me dicen), o que se carcajean cuando te ven haciendo dominadas y sentadillas en el gimnasio del parque.

Me dicen que exagero cuando pongo el símil del nuevo rico que acude al gimnasio en el coche grande. Bueno, ahí está la foto para ver si exagero o sesgo.

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3 ostias debajo de mi ventana, en menos de un mes. Vuelvo a insistir. No tienen NI PUTA IDEA de conducir. Vuelvo a recordar que Rusia quintuplica el porcentaje de muertos en accidente del Estado español. El porcentaje, ojo: se matan 5 veces más que los españoles cuando cogen un volante (y eso que los españoles conducen como monos también). Y esto no se explica únicamente porque las carreteras sean malas, porque haya nieve o la mecánica de los coches sea deficiente... o incluso porque los carnés de conducir se compren mediante sobornos. Se explica mayoritariamente por la actitud.

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Como ya he dicho en varias ocasiones, los rusos parecen tenerle alergia a la bici en invierno, a diferencia de suecos, noruegos o finlandeses. Así que es posible tener fichados a los pocos ciclistas urbanos del barrio, no habrá más de 5, incluyendo a un servidor. Unos son los currelas asiáticos, que incluso en días de nevada no muy intensa se mueven en bici, sus viejas máquinas soviéticas o mountain bikes recuperadas de la basura y traídas de vuelta a la vida. Luego hay gente irredenta como esta señora, que la tenemos fichadísima, y que como veis no se corta de ir a sus cosas en su Stels aunque caigan copos; sus 50 años tendrá bien cumplidos. Subidón hoy al verla, le he tenido que hacer una foto.